¿Cómo ser feliz?

¿Cómo creo mi propia felicidad?

Todos queremos ser felices, ¿cierto? Sin embargo, la fuente de la felicidad y la capacidad para mantenerla pueden ser lo complicado del asunto. No se puede ser feliz todo el tiempo. De hecho, si fuéramos felices todo el tiempo, ¿qué significaría entonces la felicidad?

Esta es solo una pregunta que nos lleva a un pensamiento más profundo que  quizás nos ayude a descubrir lo que esperamos del concepto de ser felices. Si bien existen muchas emociones que nos conducen a través de nuestras experiencias, también tenemos la capacidad de seguir creando nuestra propia felicidad.

La felicidad puede presentarse de diferentes formas y en diversas situaciones. No obstante, también requiere que ampliemos nuestra perspectiva. Cuando lo hacemos, comenzamos a poner más atención en los pequeños detalles que contribuyen a nuestra propia felicidad.

El camino hacia la felicidad también incluye la gratitud. Como muchas cosas en la vida, entre más practiquemos la gratitud, más lograremos desarrollarla. Cambiar nuestra perspectiva a aquello por lo que estamos agradecidos y recordar constantemente lo que está en nuestra lista de cosas que apreciamos, son maneras muy efectivas de cultivar la gratitud. Solo podremos conocer verdaderamente el valor de algo en nuestra vida si le prestamos mucha atención. Si estás buscando formas de lograr tener una perspectiva centrada en el agradecimiento, puedes comenzar tu viaje con las meditaciones de gratitud.

Los lazos sociales y nuestra comunidad también son otros aspectos de la vida cruciales para nuestro bienestar. Estar rodeado de personas, formar vínculos sólidos con nuestros seres queridos y tener relaciones seguras en nuestra vida son factores importantes que contribuyen a nuestra felicidad en general. De vez en cuando, experimentamos dificultades tratando de mantener nuestras relaciones debido a la falta de comunicación o al distanciamiento. Pero aún así, nuestra felicidad a largo plazo tiene mucho que ver con nuestras conexiones sociales. Pasar más tiempo con las personas que amamos tiene un impacto importante en nuestra percepción de nosotros mismos y en nuestra conexión con los demás.

Es importante estar presentes. A menudo, podemos encontrarnos corriendo de una actividad a otra, o de una meta a otra. Caemos en la ilusión de que los mayores tesoros de la vida están en el futuro, pensamos que al obtener alguna cosa u otra, seremos felices. ¿Pero adivina qué? La vida está sucediendo aquí y ahora, en este mismo momento. Los momentos que pasamos sin darnos cuenta de esto ocasionan que nos perdamos los pequeños, poderosos y conmovedores detalles que se encuentran también en el presente. Entonces, estar conscientes del aquí y del ahora nos permite ser más agradecidos, compasivos y quizás hasta más felices en general. ¿Y cuál es la mejor parte de todo esto? Que la meditación es una gran herramienta para emprender este viaje.

La felicidad es el viaje

Todos experimentamos la felicidad de manera diferente y no existe una fórmula unitalla para todos. El camino hacia la felicidad puede ser largo e incluso puede ser el trabajo de toda una vida. No es un destino, sino una práctica con la que debemos comprometernos todos los días. Afortunadamente, existen innumerables investigaciones psicológicas acerca de la felicidad y del bienestar, de las que todos podemos aprender mientras realizamos el trabajo diario de seguir nuestra propia dicha.

Sobre el tema de la felicidad, el "Modelo PERMA" del psicólogo Martin Seligman puede ser un buen recurso para ayudarnos a comenzar. El Modelo PERMA, llamado así por sus siglas en inglés, subraya cinco elementos importantes de la felicidad y del bienestar: emoción positiva, compromiso, relaciones, significado y logros. Esta teoría sugiere que: cuanto más estamos comprometidos con lo que nos hace dichosos y felices, mejor sentimos que fluimos en la vida, más sólidas son nuestras relaciones y mejor fundados están nuestro sentido de propósito y nuestros logros.

Los hábitos y rutinas diarias pueden ser el comienzo de nuestro viaje hacia la felicidad. La manera en la que comienzas tu día, la cantidad de horas que duermes y el movimiento físico que haces durante el día,  todo contribuye a la formación de nuestros hábitos y, por lo tanto, impactan nuestra vida en general. La calidad de estas actividades puede ayudarnos a mantener una vida sana y equilibrada. Entonces, ¿qué hábito deseas mejorar o incorporar en tu vida?

Paz mental

Para comenzar a cultivar la paz mental debemos estar conscientes de nuestros pensamientos y de nuestras emociones, identificando los sentimientos que surgen en el momento presente. Logramos alcanzar este estado mental cuando practicamos la atención plena, lo que nos permite adoptar un enfoque de reflexión y calma en todos los aspectos de nuestra vida.

El corazón de la práctica de la atención plena, o conciencia plena, nos enseña a ser compasivos y a estar presentes y conscientes de nosotros mismos. Aquellos que practican la atención plena mejoran su capacidad de concentración en el momento presente, están más abiertos a nuevas posibilidades, regulan mejor sus emociones y consideran diferentes perspectivas.

¿Te gustaría experimentar una meditación de conciencia plena?